Posicion y Prevencion de Lesiones
Una adecuada posición del ciclista sobre la bicicleta supone el primer paso en la prevención de lesiones por sobresolicitación que se dan en el ciclismo y que en un futuro próximo serán tratados en esta web, dentro del apartado dedicado a las lesiones en el ciclismo.
El ciclismo supone muchas horas de actividad, sobre todo cuando nos referimos al ciclismo de competición, en el que es preciso realizar de forma sistemática una gran cantidad de entrenamiento específico, por tanto en bicicleta, para poder alcanzar un adecuado nivel de condición física cara a la competición. En todo momento podemos decir que el ciclista está pedaleando a un ritmo entre 60 y 110 pedaladas/minuto, en función del terreno y de las características del ciclista. Ello supone que al cabo del año el gesto de pedaleo se repite en multitud de ocasiones como se aprecia en el gráfico inferior, alcanzando habitualmente más de 5 millones de pedaladas al año en el caso de un ciclista profesional.
Tanta repetición da lugar a que el gesto de pedaleo esté totalmente automatizado (no nos referimos aquí a su grado de optimización) y con ello el esquema motor se encuentra prácticamente cerrado. Eso supone que la estructura músculo-tendinosa del ciclista está superespecializada en el trabajo, con unos recorridos musculares y ángulos articulares fijos y exactos en relación con el pedaleo. De esta forma se puede comprender que en ocasiones un cambio de unos pocos milímetros en alguna medida de la bicicleta dentro de la temporada suponga la aparición de una lesión, en forma de tendinitis la mayoría de las ocasiones, y que su resolución va a estar ligada a la recuperación de las medidas anteriores. Aunque esta aseveración pueda parecer una exageración, la realidad nos muestra una y otra vez que cambios mínimos que en otras condiciones no tienen ninguna trascendencia, en el caso de un ciclista de alto nivel y en pleno período competitivo pueden dar lugar a una lesión. De ahí la cantidad de problemas en forma de dolores y sobrecargas que traía consigo el cambio de bicicleta (por ejemplo la utilización de una bici específica para contrareloj, o el cambio de bicicleta por avería en el curso de una competición) sin que se mantuvieran las mismas medidas de la bicicleta habitual de ruta.
El hecho de que la posición del ciclista sea claramente incorrecta da lugar a diferentes sobrecargas y lesiones que vamos a enumerar y tratar más en profundidad en otros apartados de esta web. En el gráfico adjunto se aprecia cómo se produce la extensión de la pierna que es el movimiento que realiza el ciclista para hacer descender el pedal; se comprenderá que cuanto mayor sea el grado de flexión de la rodilla, mayor será la fricción de la rótula contra el fémur y con ello aumentarán las posibilidades de presentar problemas en el cartílago rotuliano (condropatía rotuliana) por sobresolicitación. Lógicamente la altura del sillín va a determinar los ángulos de funcionamiento de la rodilla en el curso del pedaleo y cuanto más bajo se encuentre mayor será el sufrimiento del cartílago de la rótula. Siempre hay que tener presente que un dolor recurrente que sólo aparece durante o tras la práctica del ciclismo está habitualmente ligado a un mal posicionamiento sobre la bicicleta. Igualmente el cambio de calzado es con relativa frecuencia una fuente de problemas que afectan no sólo a los pies, sino también a articulaciones superiores y de forma más habitual a la rodilla en forma de tendinitis variadas.