Efecto del Entrenamiento Hipoxico en Factores de Riesgo Inflamatorios y Metabolicos
2014-02-18 ¦ Biolaster
Varios estudios han informado recientemente sobre el efecto del entrenamiento hipóxico en la aptitud física en sujetos sanos y obesos, incluyendo la capacidad del entrenamiento hipóxico en la reducción de peso corporal o concentraciones de los parámetros sanguíneos relacionados con el metabolismo de los lípidos.
El síndrome metabólico (SM) es una constelación de síntomas, incluyendo la obesidad, la hiperglucemia, la disminución de la lipoproteína de alta densidad (HDL), el aumento de los nivéleles de triglicéridos (TG), y la presión arterial alta, y comprende también factores de riesgo para enfermedades del corazón y otros problemas de salud tales como la diabetes y los accidentes cerebrovasculares.
Junto con estos factores de riesgo, se ha demostrado claramente que el síndrome es común y tiene una prevalencia creciente en todo el mundo y que está asociado en gran medida con el aumento de la obesidad y de estilos de vida sedentario.
Por otra parte, el aumento de la evidencia sugiere que la inflamación crónica subclínica es una parte del SM. Los recientes avances en la ciencia básica han establecido un papel fundamental de la inflamación en la mediación de todas las etapas de la aterosclerosis, desde el inicio, progresión y en última instancia, en las complicaciones trombóticas de la aterosclerosis.
La medición de marcadores inflamatorios como la proteína C - reactiva (PCR) ha sido propuesta como un método para evaluar el riesgo cardiovascular. Los niveles de PCR, determinados mediante el uso de la prueba de PCR de alta sensibilidad (hs- CRP), pueden servir como un elemento valido en la predicción independiente de eventos cardiovasculares futuros y añadir información pronóstica a la evaluación de lípidos.
Es bien conocido que la actividad física puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con trastornos establecidos, tales como la obesidad, la hipertensión,la diabetes mellitus y la hiperlipidemia.
Se han propuesto alternativas a los regímenes tradicionales de entrenamiento a gran altitud, incluyendo el protocolo vivir alto y entrenar bajo (LHTL), y los efectos de esta forma de estímulo en el rendimiento de resistencia en los atletas han sido demostrados ampliamente.
El potencial en relación con los efectos del entrenamiento hipóxico sobre el metabolismo lipídico, muestra que los niveles de colesterol HDL se incrementan significativamente cuando se vive a mayor altitud.
Investigaciones anteriores han informado de que el colesterol se correlacionó positivamente con la PCR y el espesor del tejido adiposo subcutáneo de la parte superior de la espalda y los estudios longitudinales demuestran que el entrenamiento regular induce una reducción en el nivel de PCR.
Sin embargo, estos estudios examinaron el efecto antiinflamatorio del ejercicio en condiciones de normoxia, y no bajo condiciones de hipoxia.
Por lo tanto, bajo nuestro conocimiento, no hay estudios publicados que examinen el efecto antiinflamatorio del entrenamiento hipóxico regular usando el PCR.
El propósito de un nuevo estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores japoneses ha sido investigar la influencia del ejercicio físico hipóxico en el síndrome metabólico (SM) en los marcadores de riesgo y en la proteina C-reactiva de alta sensitividad (PCR), y comparar sus efectos sobre la grasa preperitoneal, la rigidez arterial y varios parámetros sanguíneos relacionados con el SM y comparlos con aquellos sujetos dentro de un grupo de cotrol que entrenaron bajo condiciones de normoxia.
Se examinaron 14 hombres sanos. Los participantes realizaron ejercicio en un tapiz rodante 3 días a la semana durante 4 semanas, bajo condiciones de hipóxia normobarica o normoxia normobárica, durante 50 minutos (incluyendo 5 min de calentamiento y 5 minutos de enfriamiento) después de un período de descanso de 30 min
El ejercicio se llevó a cabo a una frecuencia cardíaca (FC) del 60% de la frecuencia cardíaca correspondiente al consumo máximo de oxígeno (V02max) de cada individuo. El entrenamiento en las distintas condiciones ambientales se realizó con 4 meses de diferencia para garantizar un período de "aclaramiento" suficiente.
Tras este periodo de entrenamiento, la circunferencia de la cintura, el espesor de grasa abdominal, la velocidad de la onda de pulso del brazo-tobillo, y la PCR de alta sensibilidad tras el periodo de entrenamiento fueron significativamente inferiores en el grupo de hipoxia que en el grupo de normoxia.
Estos resultados sugieren que el entrenamiento regular en hipoxia a corto plazo puede reducir con mayor eficacia la rigidez arterial, y así prevenir la arteriosclerosis, en comparación con el entrenamiento realizado a una intensidad de ejercicio similar en condiciones de normoxia.
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